Thursday, March 31, 2011

Too Young to Be in Love

Parece que los americanos no se cansan de fabricar bandas con voz chillonas cantando garage desprolijo. Por eso mismo, desde las zonas más vintage de San Francisco volvieron Hunx and His Punx con su segundo disco. Con el primer disco, Gay Singles (2009), que en realidad fue una recopilación de los single que venía sacando la banda desde hace rato en vinilo, habían conseguido conquistar a varios con su pegadizo garage rockero y popero.

Como todos las bandas garage americanas, se dice que su sonido tiene mucho de rock de los '50s y '60s. Con letras que no pasan más de dos escuchadas sin que te las aprendas por lo menos superficialmente, la banda de Seth Bogart conoce bien lo que se obtiene mezclando un poco de garage rock con coros y pasandosela hablando de chicos. Por lo menos los que venían cargando este segundo disco con un mínimo de expectativa no creo que terminen desilusionados.

Más que muy buenos temas melódicos, Hunx and His Punx no aportan mucho que no sea lo que venimos escuchando de varias bandas del mismo género. Sin embargo, no es ningun nabo y sabe cómo moverse en este territorio rosa. Por momentos se pueden extrañar las canciones Ramoneras del primer disco pero Too Young to Be in Love no deja de ser muy buen disco como para dejarnos cantando hasta la próxima.

#342 - Hunx and His Punx (2011)

Monday, March 28, 2011

The Birth

Stardeath and White Dwarfs es la banda del sobrino de Wayne Coyne, de the Flaming Lips, más conocidos por haber contribuido en la versión de the Dark Side of the Moon con la banda de su tío. The Birth, su primer disco, había aparecido demasiado desapercibido en 2009, culpa que le echo mayormente a Pitchfork por haberseles escapado de manos: por eso nadie tenía idea quienes eran cuando veian su nombre al lado de the Flaming Lips en el cover de Pink Floyd. Prejuiciosamente, nadie podía esperar un disco que no contara por lo menos un poco con un grado de experimentación y space rock mínimo.

El disco empieza con "the Sea is On Fire", y una ráfaga helada de Pink Floydismo nos pega en la cara, causante de prestarle mucha atención aunque se quiera. Una tremenda intruducción eleva las expectativas de estar escuchando una de las promesas menos reconocidas de los '00s, un punto de vista que se mantiene a lo largo del disco un poco más desinflada. Es más: en la mitad del disco nos encontramos con una instrumental que cumple la misma función que "On the Run" de the Dark Side of the Moon (canción que también tuvieron que coverear para la colaboración).

Es por eso que si bien la musicalización no podría estar mejor, Stardeath and White Dwarfs se encargan de casi arruinar el ambiente psicodélico de cada canción que venian acumulando con un par de estribillos fáciles a lo "tu turutururu turu", que dan casi arcadas vieniendo de una voz tan aguda como la de Dennis Coyne. The Birth sirve como una alusión a cómo se lo recuerda a Pink Floyd con toda su psicodelía (que de psicodélicos no les quedó nada), y un par de canciones escritas capaz con la esperanza de atraer a un público no tan familiarizado con la experimentación y los paisajes que el género maneja.

Terminado el disco, quedan las ganas de escuchar un Stardeath and White Dwarfs más maduros, con un sonido más definido de lo que se escucha en este primer disco (que ya queda bastante concreto), sin miedo de experimentar por su cuenta y alejandose de ser la sombra de the Flaming Lips (aunque si no fuera por sus colaboración y su relación, sería muy raro compararlos). Hasta que saquen un nuevo disco, nos quedamos con los órganos, los bajos electrónicamente distorsionados, y un disco "atrevido" a medias.

#341 - Stardeath and White Dwarfs (2009)

What Did You Expect from the Vaccines?

Desde Londres aparece el cuarteto the Vaccines, haciendo furor en su isla natal, y esperando a lanzar su primer disco en Estados Unidos para pegarla también. Están en boca de todos, con nombres imbéciles como 'los nuevos Arctic Monkeys' o 'el regreso de the Jesus & Mary Chain'. La verdad que aunque les falte mucho para que cualquier comparación con alguna de estas bandas sea válida, el hype industrial contagioso nos tiene a todos bailando al compás de the Vaccines.

Con sonidos familiares a los Ramones, toques noise surf y un poco de Beach Boys con raíces en el rock de los '50s; la banda venía creando mucho barullo cuando firmaron con Columbia aunque se esperaba que el primer disco sea un asco. Sin embargo, se puede decir que "Post-Break Up Sex" fue lo que calmó a los haters, consagrandose como uno de los temas del año de una de las bandas del año. Sin embargo, the Vaccines tiene mucho más que ofrecer aparte de unos riffs y unos estribillos pegadizos: si bien se la puede comparar mucho con las bandas británicas y americanas británizadas de principios de los '00s, la producción del disco trata de actualizar ese sonido con reverbs en las voces y las guitarras, detalles que tanto nos acostumbramos de escuchar de bandas de finales de los '00s (Best Coast, Real Estate, por nombrar algunas).

La mejor manera de disfrutar de este primer disco, es respondiendo a esa pregunta con la verdad: no se esperaba nada. No definen las bases de un nuevo género ni llevan su sonido por caminos nunca antes recorridos, pero difícilmente podramos recordar un disco debút británico que haya generado tanta expectativa sin nombrar a los grandes contemporáneos de the Libertines, los Arctic Monkeys, o the Wombats. Todas estas bandas pudieron sacarse la etiqueta hype de encima, hay que ver si the Vaccines son capaz de lo mismo.

#340 - The Vaccines (2011)

Friday, March 25, 2011

The Flaming Lips with Neon Indian

Unos meses atras Wayne Coyne, cantante de the Flaming Lips, había mostrado un par de videos via Twitter en el que se lo escuchaba experimentando y ensayando con Alan Palomo, cerebro de Neon Indian. Entre pedales ruidosos y teclados distorsionados, se hiso saber que iban a sacar un EP juntos con lo que habían grabado en esas sesiones. De a poco iban apareciendo videos y fotos del proceso de grabación y elaboración del vinilo con el arte de tapa y todo lo demás.

Cuenta la leyenda que ayer, el mismo Coyne manejó hasta una de las disquerias más importantes de Oklahoma, y repartió varios discos (ya agotados), y lo mismo pasó en Dallas, y hace unos minutos en Austin. No tardó mucho en filtrarse el EP, aunque muy poco se sabe del arte de tapa y demás. La colaboración cuenta con cuatro canciones que están dando de mucho de que hablar en varias páginas. Con un sonido que sigue la linea de renovación que significó Embryonic, el EP es una pequeña obra de arte para los que no tardaron en apropiarse de las líneas de bajo repetitivas y las guitarras a lo Dobly Digital Surround que hacen temas instrumentales de 8 minutos y medio como Alan's Theremin, un viaje lleno de matices.

En poco menos de una semana la banda de Oklahoma cruza la cordillera para tocar en el GEBA en un recital con unas expectativas infinitas lleno de lasers, pelotas gigantes, y papelitos hasta por el . Se sabe también que no falta mucho para que the Flaming Lips saquen por su cuenta una calavera hecha de gomitas comestibles, que hay que comersela hasta llegar al cerebro donde va haber un USB con tres o cuatro nuevas canciones de la banda. Sin palabras.

#339 - The Flaming Lips & Neon Indian (2011)

Tuesday, March 22, 2011

Let England Shake

Cuando los '90s descubrieron a PJ Harvey con su grave voz, su personalidad descomunal, y sus letras inquietantes, fue el clavo que le hacía falta al rock alternativo para dar fin a una década más que interesante. Sus primeros discazos fueron caracterizados por su crudeza y tremendas guitarras, un sonido que se mantiene en el recuerdo, ya que si algo se sabe de Harvey es que no es alguien que se repita trabajo tras trabajo. En esta oportunidad, aprovecha para protestar en contra y a favor de su imperio nativo.

En Let England Shake, se puede decir que la cantautora revivió un poco de esa nostalgia cruda, dejandonos con un disco bien directo y contundente, con una producción un toque desaliñada. El reverb masivo vocal sumado a las guitarras crudas sin distorsión tienen su parte en el disco, se combinan para crear un ambiente de catedral que no para hasta el final del disco. La voz suena urgente y agresiva, sincera y oscura, bien acompañadas por la percusión militar como toque final.

El octavo disco de Harvey ya es nombrado como uno de los mejores del año por la crítica americana y británica. En mi opinion, Let England Shake tiene momentos que se me hicieron muy difíciles volver y volver a escuchar, aunque me sepa de memoria que esa poca entonación este posisionada en cada canción como un elemento fundamental, tanto como de la imágen de PJ Harvey y todo lo que representa su nombre.

#338 - PJ Harvey (2011)

Monday, March 21, 2011

Yuck

Después de un par de demos, el cuarteto Yuck sacó su primer discó hace un par de semanas. La banda ya estaba establecida desde finales del 2009, formada por Max Bloom y Daniel Blumberg, después de haber anunciado que su propia banda Cajun Dance Party, iba a dar un descanso. Encontraron una bajista de Hiroshima y un baterista de Estados Unidos, se autodefinieron como amantes británicos de la decada del 90, y empezaron a grabar. El disco venía juntando tremendas expectativas con estos demos, y de a poco se concretó un proyecto que no tenía casi nada que ver con el sonido de Cajun Dance Party.

Yuck arrancó a la par de bandas como Pains of Being Pure at Heart, Best Coast, No Age, Deerhunter, Real Estate, Wavves, tratando de salvar la distorsión de los '90 de la mano con riffs que hacen acordar a Dinosaur Jr., y las letras sentimentales de Pavement. El disco esquiva caer en lo denso y se siente como si está constantemente renovando las primeras impresiones que teníamos del disco a medida que lo vamos escuchando. No hay sonidos tan oscuros como en sus influencias, aunque no se molestan en casi copiar un par de melodías de the Cure.

Si le pasas el disco a cualquiera y le decis que es una compilación de demos remasterizada de Pavement hasta yo te lo creería. Pero vale la pena escuchar Yuck no por las bandas como las que suenan si no por lo que lograron hacer con estos sonidos: un disco profundamente melódico, con disotorsiones casuales para una generación que nunca tuvo la oportunidad de ver a Nirvana en Mtv. Uno de los discos a tener en cuenta a lo largo del 2011.

#337 - Yuck (2011)

Monday, March 14, 2011

Belong

The Pains of Being Pure at Heart habían sacado su primer disco en el 2009, caracterizado por sus canciones dulces mezclando el jangle y el dream pop con un poco de distorsión. Muchos los comparaban a cómo sonarían the Jesus and Mary Chane despues de haber visto dos horas enteras de videos de gatitos y perritos en youtube. El disco homónimo había estado tanto tiempo en repeat que se rezaba la filtración a internet del nuevo disco.

Dos años después sacan su segundo disco, Belong, que en seguida advierte un cambio de corriente. Muchos ya depositaron responsabilidad de este cambio a Mark Ellis, quién se encargó de producir el disco al igual que lo había echo antes con bandas como Nick Cave and the Bad Seeds, the Killers, PJ Harvey, y the Jesus and Mary Chain. La primera canción es la que le da el nombre al disco, y te rompe los auriculares con esa distorsión tan familiarizada a the Smashing Pumpkins (banda también producida por Ellis), y a los imitadores Silversun Pickups.

Se puede decir justamente que la banda sacó su propia versión pop de Siamese Dream (no puedo creer que varias críticas se animen a decir que Belong supera en varios puntos al clásico de Billy Corgan). Por momentos el disco me suena muy sobre producido, aunque en conclusión, a los Pains les pegue mejor el tono fresco de canciones como Heart in Your Heartbreak. Belong no desepciona, y aunque al principio pueda parecer inferior al primer disco, es en sí una notable nueva entrega.

#335 - The Pains of Being Pure at Heart (2011)

Sunday, March 13, 2011

Angles

En 2006 the Strokes habían sacado su tercer disco, First Impressions of Earth, antes de internarse en un período de separación en el que cada integrante encontró su apoyo en otros proyectos. Albert Hammond, Jr. no tardó en sacar su primer disco homónimo como solista con la ayuda de Sean Lennon; Nick Valensi empezó a contribuir con varios amigos, desde Devendra Banhart hasta Regina Spektor; Fabrizio Moretti se junto con Rodrigo Amarante y Binki Shapiro y creó Little Joy. Nikolai Fraiture por su parte dió luz a su banda folk rockera Nickel Eye, medio año antes de que Julian Casablancas desagote su locura discoteca en Phrazes for the Young.

Antes de estos dos últimos discos, Valensi y Casablancas habían empezado a componer, canciones que habían comentado sonaban como una mezcla entre rock de los '70s y "música del futuro". Un mes después la banda oficialmente anunció el final del período de inbernación musical para comenzar a escribir y ensayar lo que sería su cuarto disco: Angles. El disco estaba planeado para salir a finales de 2009, pero discusiones acerca de la conclusión de las canciones hicieron que la banda moviera un año y medio la fecha de lanzamiento. La banda tocó en varios lados hasta que se animaron a mostrar el primer single, Under Cover of Darkness.

La respuesta a esta primera canción fue en su mayoría positiva, y los fanáticos se entusiasmaban cuando escucharon de parte de la banda que volverían a un sonido mucho más convencional y parecido al estilo de su primer disco, Is This It. Hicieron temblar estas mismas tierras cuando mostraron una segunda canción, You're So Right, un tema mucho más complejo en cuanto a la instrumentación y un poco más electrónico, asimilado a su tercer disco (recordado por no haber sido recordado con tanto cariño).

Pero finalmente, la espera terminó y el disco se filtró a menos de una semana de salida. Es muy fácil bardear a la banda por olvidar sus raíces y omitir parcialmente el sonido que los hizo mundialmente famosos en este nuevo disco. Por eso, antes de empezar a hablar del disco, hay que sacar esas ideas de la cabeza y afrontar: Angles no es Is This It, ni un poco. The Strokes no suenan como sonaban en el disco anterior, más allá de la calidad de sonido y el gusto personal en cada canción.

Así Angles arranca de una manera tramposa, como adelantando algo que no es totalmente cierto. Macchu Picchu es la primera canción, con arreglos de discoteca y un poco de reggae más que nada viniendo del eco de las guitarras, con un muy buen rasguido como estribillo. Un tipo de riff muy difícil de no enganchar nos calma sabiendo que el rock de Hammond y Valensi sigue en pie. Under Cover of Darkness sigue casi en seguida, con un juego de respuesta superpuestas entre las guitarras muy interesante, el primer single de la banda destaca por ser una de las canciones más comerciales del disco. En este momento advertimos que la voz de Casablancas tampocó para ser lo que era antes: más alla del deshuso del efecto que usaban en los primeros discos, la voz juega de una manera más natural pero un poco debíl, incluso cuando cuenta con la ayuda de coros (algo nunca antes escuchado en una canción de los Strokes).

Two Kinds of Happiness es una de las canciones que más me sorprendió escuchar venir de the Strokes, por lo menos en mi opinión. Se sube al disco como un sentimiento muy popero de los '80s, como una casi de Bryan Adams. Los cortes de guitarra vuelven para no tirar la canción tampoco al borde del pop, aunque hacen la voz de Casablancas una cosa casi incomprensible, tendencia que se apaga cuando llega el tremendo estribillo y los tremendos solos. You're So Right, escrita por Nikolai, también me sorprendió mucho apenas la escuche. La voz monótona y repetitiva de Julian está perfectamente producida entre los sonidos futuristas. Ah, y si pensaron que el solo de Under Cover of Darkness fue interesante, agarrate para el mini solo tipo-Van Halen.

La primera mitad del disco termina con Taken for a Fool, escrita por Valensi. Llega la guitarra aguda de 12:51, con un estribillo un poco debil comparado con las canciones que veniamos escuchando. Por el momento también pareciese como si esta fuera lo más cerca de un sonido a lo Room on Fire que lleguemos a escuchar en Angles. La paranoia tipo-Yorke de Casablancas está más que bien acompañada por la línea de bajo y las nunca defraudantes guitarras, pero sin embargo pareciese que algo no encaja. Games es la canción que sigue, que, con un poco de pop sintetizado minimalista, nos deja rezando que no se convierta en un single. Sería muy raro escuchar que la canción haya sido escrita por otro que no sea Casablancas en pleno Phrazes for the Young.

El simple riff de Call Me Back es probablemente lo que hace sentir a la voz de Julian como un instrumento mucho más afilado o concentrado. Acompañadas por unos sintetizadores gentiles que parecen haber sobrado de la canción anterior, las guitarras después del estribillo me hacen acordar mucho a la experimental Murder Mystery de the Velvet Underground. Gratisfaction agarra a ese pop y retoma el disco con un borrón y cuenta nueva. Con un sentimiento mucho más Strokes-Old School, se siente como un Lou Reed cantando entre amigos, la canción posiblemente se convierte en uno de los pocos himnos del disco.

Metabolism es la octava canción del disco, con letras hablando de sentirse vacio, acompañada por un juego entre las guitarras y la batería que traen un recuerdo nostálgico instantáneo (léase Heart In a Cage). Casablancas sigue luchando con los mismos temas que lo hicieron escribir Is This It y Room On Fire, pero ésta década lo canta de una manera por lo menos bailable. Life Is Simple in the Moonlight no podría haber terminado mejor el disco. Sorprende saber que fue escrita por Casablancas, despues de haber escuchado todo los pops de los que fue responsable. La melodía de la voz es lo más Strokero que existe, algo que me pone la piel de gallina y me recuerda que the Strokes volvieron, y eso es lo único que siempre quise.

Pudiendo haber sido el peor disco del año, Angles aparece a principios del 2011 como un alivio. Sin embargo, con esas 10 canciones nos deja por momentos de escuchar más, después de haber escuchado que la banda ya está seriamente pensando en cómo sonaría un quinto disco. Se podía decir que lo peor del disco sirvió para que la banda se saque las ganas de experimentar. Entre todo, Angles se siente como el disco que encaja entre Room On Fire y First Impressions of Earth, aunque un poco más tirando a este último disco. The Strokes no se va a molestar en hacer otro Last Nite o un Reptilia simplemente porque no es lo que están buscando. Seguramente les salgan millones de canciones naturalmente con ese estilo pero sinceramente no tendría ni un poco de sentido.

#335 - The Strokes (2011)

Saturday, March 12, 2011

Nothing Hurts

Male Bonding es una banda británica que casi desde el principio se anticipaba a lo lejos como un revival del hardcore, punk, y noise que convivieron casi en un mismo plano en los 90's. Su primer disco se ganó la escuchada de cada hipster después de haber firmado con Sub Pop Records (primera banda no norteamericana que firmó con la discográfica) y titularse "Best New Music" en Pitchfork.

El año pasado, el trío inglés sacó su debut, con 13 canciones que apenas llegan a la media hora. Un álbum incontestable, atropellador desde el principio y vibrante hasta el final, Nothing Hurts se convierte al poco tiempo en un viaje nostálgico a cada veinteañero sumergido en esta susbsitencia de géneros que fueron los 90's, con Dinosaur Jr., Hüsker Dü, el indie americano asomando, y las no-tan-shoegazer bandas de Inglaterra. Dejando de lado la herencia de esa década, la banda está llena de ideas emparentadas a lo mejor de la onda lo-fi americano. Es así que suena tan, pero tan raro escuchar y analizar como el disco aborda el ruido y furia pero con una tremenda personalidad.

Nothing Hurts tiene millones de enganches enérgicos, algo que hace que a los temas resaltar y al disco en uno difícil de no amar, especialmente si uno está de humor para escuchar feedback feedback feedback. John Peel hablaba especialmente bien de los discos en los que suena como si los instrumentos hubieran tomado el control de las grabaciones y empezado a tocar solos: Nothing Hurts encaja perfectamente en la categoría.

#334 - Male Bonding (2010)

Wednesday, March 9, 2011

Double Visions

Double Visions es el primer disco de Munch Munch, banda de Bristol que pasó demasiado desapercibida el año pasado con un debut más que envidiable. Desde el principio, trataron de alejarse de cualquier tipo de escena musical y guiarse bajo sus propios términos, influenciados distinguiblemente por banda como ABBA o Sparks, aunque hay que aclarar que esta banda no está para hacerle tributo a nada antes escuchado. Es uno de los discos más ricos que escuche en mi vida, en el sentido en que está lleno de matices y podes escribir un libro entero describiendo cada abalancha de creatividad desprolija que te noquéa antes de ahogarte en un brillante oceano en escala de grises.

Sin embargo, no siempre juega a favor. Son varios los críticos y profesionales que descartan a la banda en un par de escuchas especialmente por el desorden creativo que gobierna el disco, con tal tiranía que es imposible encontrar una linea constante en la batería. Siendo así, si hay algo que juega a favor es la impredecibilidad y los sorpresivos organos y sintetizadores que nos esperan en cada canción y en cada esquina. Suenan como unos Klaxons menos grotescos, menos apurados, y menos desesperados por sonar en los boliches ingleses (aunque con una ausencia parcial o por lo menos antiprotagonista de guitarras).

Double Visions termina siendo un disco que en mi opinión no es para cualquiera. Representa una actitud maximalista que no se ve todos los días en una banda primeriza, con un sonido muy característico ya de principio. Puede que los Munch Munch estén buscando el productor gurú adecuado que los guíe en un sonido un poco más prolijo pero que no deje de sonar fresco y único, pero por ahora la banda se sostiene y se esconde perfectamente entre todos esos coros tratando de afinar y esos organos a explotar.

#333 - Munch Munch (2010)

Tuesday, March 8, 2011

Person Pitch

Person Pitch es el tercer álbum de Noah Lennox, integrante de los increíbles Animal Collective, bajo el nombre de Panda Bear. Nombrado mejor disco del 2007 por varias mentes, es un trabajo que no le envidia nada a sus trabajos con su banda activa, y a la vez siendo mucho más fresco que lo que venía grabando como solista. Como siempre parece, el disco cae en la comparación con Brian Wilson y sus mejores épocas, aunque nadie puede decir que no se pelea para salir de esa alusión.

Se puede describir a Person Pitch como un disco atípico, con siete canciones y algunas con una duración exagerada: Bros dura más de 12 minutos, y bien como dijo Joseph Merrick, es un despliegue de recursos alucinante, que lleva a terrenos muy poco habituales en la música inmediata y frívola de hoy en día. La guitarra da lugar al sampler, con un abuso de repeticiones y capas y capas y capas y capas de noise.

A medida que los integrantes de Animal Collective esquivan la banda para dar a luz a proyectos solistas propios, vamos conociendo el rol de cada uno de ellos como un conjunto. David Portner se pone la cabeza de cocodrilo para hacerse pasar por Avey Tare, y demuestra que él es el que pone toda la furia y convierte sus zapadas en conversaciones con niveles de feedback casi insoportables. Noah Lennox, por su lado, se pone el sombrerito de oso para ser conocido como Panda Bear y está para encantar con sus giros melódicos inesperados embriagados en psicodelia melancólica.

#332 - Panda Bear (2007)

Saturday, March 5, 2011

Underneath the Pine

Chaz Bundick, o mejor conocido como Toro y Moi, parece que no pudo haber empezado mejor el 2011, con un segundo disco que ya está en la boca de casi toda página. El nombre del chico de 24 años, de Columbia, revoloteó la blogosfera desde que nuestros oídos escuchar su primer disco a principios de 2010, Causers of This. Este primer disco sin embargo pudo haber sido pasado desapercibido en varios lados, aunque haya obtenido la alabanza de la crítica.

La idea del este segundo disco era la de mantener un sonido constante al álbum anterior, pero que cuente con una instrumentación física, canciones que se puedan tocar en vivo. El resultado es un sonido mucho más auténtico y genuino del que habiamos esuchado hace dos años, teniendo en cuenta que el primer disco había sido grabado en casa con algunos amigos. De vez en cuando cuenta con un par de trucos y algun que otro loop capaz, pero son cosas al margen en cada canción que despiertan la intriga de cómo sonaran en vivo.

Sin romper ninguna frontera musical con su chillwave electrónico o lo-fi mero psicodélico, Underneath the Pine es superior en toda forma a presesor, y se siente como un trabajo mucho más premeditado y trabajado trabajado y trabajado. Parece por momentos que el Toro y Moi que teniamos en la cabeza era un simple boceto de un proyecto igualmente de ambicioso capaz pero definitivamente más efectivo.

#331 - Toro y Moi (2011)
get it . if you like . listen . buy it

Wednesday, March 2, 2011

The King of Limbs

Hace una semana, la noticia acerca del nuevo disco de Radiohead inundó el mundo. En menos de cuatro días del anuncio, y un día antes del lanzamiento oficial, el disco estaba listo para ser descargado en cada puta página o blog de música. Anunciado como el newspaper-album de la historia (sea lo que sea que signfique), la gran parte del planeta ya estaba escuchando las ocho canciones que componen el octavo disco de la banda.

Con menos de 40 minutos de duración (el disco más corto de la banda), the King of Limbs cae en el limbo que hay entre un disco moderno y un EP. Y en una dimensión distinta, el mismo limbo en el que caen todos los discos de Radiohead (por lo menos desde Kid A o antes) apenas salen. En la primera escuchada es como que no se puede decir mucho del disco sin contradecirse. Las críticas se apuran para nombrarlo el mejor disco de la década, o el peor disco del año.

The King of Limbs empieza de la misma manera en que había terminado In Rainbows: si en Videotape se escucha a un pianista tocando en un andén mientras pasaba un tren de ritmos, en Bloom la música viaja en uno de esos vagones. Funciona a la perfección como introducción, entre la entrada de Thom Yorke como líder influenciador del sonido de la banda anti riffs, mientras los sintetizadores, y las cuerdas van creciendo.

Un punteo de guitarra bastante reciclada y electronizada abre Morining Mr. Magpie, con Yorke y sus paranoidades pero esta vez más concretas: "You've got some nerve, coming here". Little by Little no tarda en llegar con sus cambios experimentales pero menos arriesgados, hasta que escuchamos la instrumental Feral. Pareciere como si la función de esta intermisión fuese la de terminar con los sonidos que recuerdan a Kid A y Amnesiac, para que la otra mitad un poco más In Rainbows arranque.

El quinto tema es Lotus Flower, primer single de la banda al que me aguanto de hacer comentarios sobre el tremendo video. La canción había sido presentada originalmente en formato acústico con la colaboración Yorke-Flea de Atoms for Peace, aunque sigue siendo la voz de Yorke la que atrae más que nunca.

Codex se podría decir que es la canción más simple del disco, con la banda volviendo a su versión más convencional pero sin dejar de sonar sutiles. Preparandose para terminar el disco, vienen Give Up the Ghost, uno de los temas más sinceros: si Bloom era una introducción perfecta, esta canción se puede entender como un final anticipado, y una de las mejores canciones del disco. Separator termina el disco, una nueva versión de lo que hasta ahora creíamos que se llamaba Mouse Dog Bird. Este tipo de canciones hacen a uno agradecer que Radiohead este mucho más interesado en hacer música que canciones, y sin forzarlo para nada.

Y capaz en un tiempo se considere a the King of Limbs a la altura de lo mejor de Radiohead, y aunque pareciese que es uno de los discos menos ambiciosos que la banda sacó en mucho tiempo. Mientras tanto King of Limbs va a estar ahí, al ladito de In Rainbows, sin juntar polvo en el estante pero siempre viendolo como una cosa rara y hermosa.

#330 - Radiohead (2011)