Hace una semana, la noticia acerca del nuevo disco de Radiohead inundó el mundo. En menos de cuatro días del anuncio, y un día antes del lanzamiento oficial, el disco estaba listo para ser descargado en cada puta página o blog de música. Anunciado como el newspaper-album de la historia (sea lo que sea que signfique), la gran parte del planeta ya estaba escuchando las ocho canciones que componen el octavo disco de la banda.
Con menos de 40 minutos de duración (el disco más corto de la banda), the King of Limbs cae en el limbo que hay entre un disco moderno y un EP. Y en una dimensión distinta, el mismo limbo en el que caen todos los discos de Radiohead (por lo menos desde Kid A o antes) apenas salen. En la primera escuchada es como que no se puede decir mucho del disco sin contradecirse. Las críticas se apuran para nombrarlo el mejor disco de la década, o el peor disco del año.
The King of Limbs empieza de la misma manera en que había terminado In Rainbows: si en Videotape se escucha a un pianista tocando en un andén mientras pasaba un tren de ritmos, en Bloom la música viaja en uno de esos vagones. Funciona a la perfección como introducción, entre la entrada de Thom Yorke como líder influenciador del sonido de la banda anti riffs, mientras los sintetizadores, y las cuerdas van creciendo.
Un punteo de guitarra bastante reciclada y electronizada abre Morining Mr. Magpie, con Yorke y sus paranoidades pero esta vez más concretas: "You've got some nerve, coming here". Little by Little no tarda en llegar con sus cambios experimentales pero menos arriesgados, hasta que escuchamos la instrumental Feral. Pareciere como si la función de esta intermisión fuese la de terminar con los sonidos que recuerdan a Kid A y Amnesiac, para que la otra mitad un poco más In Rainbows arranque.
El quinto tema es Lotus Flower, primer single de la banda al que me aguanto de hacer comentarios sobre el tremendo video. La canción había sido presentada originalmente en formato acústico con la colaboración Yorke-Flea de Atoms for Peace, aunque sigue siendo la voz de Yorke la que atrae más que nunca.
Codex se podría decir que es la canción más simple del disco, con la banda volviendo a su versión más convencional pero sin dejar de sonar sutiles. Preparandose para terminar el disco, vienen Give Up the Ghost, uno de los temas más sinceros: si Bloom era una introducción perfecta, esta canción se puede entender como un final anticipado, y una de las mejores canciones del disco. Separator termina el disco, una nueva versión de lo que hasta ahora creíamos que se llamaba Mouse Dog Bird. Este tipo de canciones hacen a uno agradecer que Radiohead este mucho más interesado en hacer música que canciones, y sin forzarlo para nada.
Y capaz en un tiempo se considere a the King of Limbs a la altura de lo mejor de Radiohead, y aunque pareciese que es uno de los discos menos ambiciosos que la banda sacó en mucho tiempo. Mientras tanto King of Limbs va a estar ahí, al ladito de In Rainbows, sin juntar polvo en el estante pero siempre viendolo como una cosa rara y hermosa.
#330 - Radiohead (2011)
No comments:
Post a Comment