En 2006 the Strokes habían sacado su tercer disco, First Impressions of Earth, antes de internarse en un período de separación en el que cada integrante encontró su apoyo en otros proyectos. Albert Hammond, Jr. no tardó en sacar su primer disco homónimo como solista con la ayuda de Sean Lennon; Nick Valensi empezó a contribuir con varios amigos, desde Devendra Banhart hasta Regina Spektor; Fabrizio Moretti se junto con Rodrigo Amarante y Binki Shapiro y creó Little Joy. Nikolai Fraiture por su parte dió luz a su banda folk rockera Nickel Eye, medio año antes de que Julian Casablancas desagote su locura discoteca en Phrazes for the Young.
Antes de estos dos últimos discos, Valensi y Casablancas habían empezado a componer, canciones que habían comentado sonaban como una mezcla entre rock de los '70s y "música del futuro". Un mes después la banda oficialmente anunció el final del período de inbernación musical para comenzar a escribir y ensayar lo que sería su cuarto disco: Angles. El disco estaba planeado para salir a finales de 2009, pero discusiones acerca de la conclusión de las canciones hicieron que la banda moviera un año y medio la fecha de lanzamiento. La banda tocó en varios lados hasta que se animaron a mostrar el primer single, Under Cover of Darkness.
La respuesta a esta primera canción fue en su mayoría positiva, y los fanáticos se entusiasmaban cuando escucharon de parte de la banda que volverían a un sonido mucho más convencional y parecido al estilo de su primer disco, Is This It. Hicieron temblar estas mismas tierras cuando mostraron una segunda canción, You're So Right, un tema mucho más complejo en cuanto a la instrumentación y un poco más electrónico, asimilado a su tercer disco (recordado por no haber sido recordado con tanto cariño).
Pero finalmente, la espera terminó y el disco se filtró a menos de una semana de salida. Es muy fácil bardear a la banda por olvidar sus raíces y omitir parcialmente el sonido que los hizo mundialmente famosos en este nuevo disco. Por eso, antes de empezar a hablar del disco, hay que sacar esas ideas de la cabeza y afrontar: Angles no es Is This It, ni un poco. The Strokes no suenan como sonaban en el disco anterior, más allá de la calidad de sonido y el gusto personal en cada canción.
Así Angles arranca de una manera tramposa, como adelantando algo que no es totalmente cierto. Macchu Picchu es la primera canción, con arreglos de discoteca y un poco de reggae más que nada viniendo del eco de las guitarras, con un muy buen rasguido como estribillo. Un tipo de riff muy difícil de no enganchar nos calma sabiendo que el rock de Hammond y Valensi sigue en pie. Under Cover of Darkness sigue casi en seguida, con un juego de respuesta superpuestas entre las guitarras muy interesante, el primer single de la banda destaca por ser una de las canciones más comerciales del disco. En este momento advertimos que la voz de Casablancas tampocó para ser lo que era antes: más alla del deshuso del efecto que usaban en los primeros discos, la voz juega de una manera más natural pero un poco debíl, incluso cuando cuenta con la ayuda de coros (algo nunca antes escuchado en una canción de los Strokes).
Two Kinds of Happiness es una de las canciones que más me sorprendió escuchar venir de the Strokes, por lo menos en mi opinión. Se sube al disco como un sentimiento muy popero de los '80s, como una casi de Bryan Adams. Los cortes de guitarra vuelven para no tirar la canción tampoco al borde del pop, aunque hacen la voz de Casablancas una cosa casi incomprensible, tendencia que se apaga cuando llega el tremendo estribillo y los tremendos solos. You're So Right, escrita por Nikolai, también me sorprendió mucho apenas la escuche. La voz monótona y repetitiva de Julian está perfectamente producida entre los sonidos futuristas. Ah, y si pensaron que el solo de Under Cover of Darkness fue interesante, agarrate para el mini solo tipo-Van Halen.
La primera mitad del disco termina con Taken for a Fool, escrita por Valensi. Llega la guitarra aguda de 12:51, con un estribillo un poco debil comparado con las canciones que veniamos escuchando. Por el momento también pareciese como si esta fuera lo más cerca de un sonido a lo Room on Fire que lleguemos a escuchar en Angles. La paranoia tipo-Yorke de Casablancas está más que bien acompañada por la línea de bajo y las nunca defraudantes guitarras, pero sin embargo pareciese que algo no encaja. Games es la canción que sigue, que, con un poco de pop sintetizado minimalista, nos deja rezando que no se convierta en un single. Sería muy raro escuchar que la canción haya sido escrita por otro que no sea Casablancas en pleno Phrazes for the Young.
El simple riff de Call Me Back es probablemente lo que hace sentir a la voz de Julian como un instrumento mucho más afilado o concentrado. Acompañadas por unos sintetizadores gentiles que parecen haber sobrado de la canción anterior, las guitarras después del estribillo me hacen acordar mucho a la experimental Murder Mystery de the Velvet Underground. Gratisfaction agarra a ese pop y retoma el disco con un borrón y cuenta nueva. Con un sentimiento mucho más Strokes-Old School, se siente como un Lou Reed cantando entre amigos, la canción posiblemente se convierte en uno de los pocos himnos del disco.
Metabolism es la octava canción del disco, con letras hablando de sentirse vacio, acompañada por un juego entre las guitarras y la batería que traen un recuerdo nostálgico instantáneo (léase Heart In a Cage). Casablancas sigue luchando con los mismos temas que lo hicieron escribir Is This It y Room On Fire, pero ésta década lo canta de una manera por lo menos bailable. Life Is Simple in the Moonlight no podría haber terminado mejor el disco. Sorprende saber que fue escrita por Casablancas, despues de haber escuchado todo los pops de los que fue responsable. La melodía de la voz es lo más Strokero que existe, algo que me pone la piel de gallina y me recuerda que the Strokes volvieron, y eso es lo único que siempre quise.
Pudiendo haber sido el peor disco del año, Angles aparece a principios del 2011 como un alivio. Sin embargo, con esas 10 canciones nos deja por momentos de escuchar más, después de haber escuchado que la banda ya está seriamente pensando en cómo sonaría un quinto disco. Se podía decir que lo peor del disco sirvió para que la banda se saque las ganas de experimentar. Entre todo, Angles se siente como el disco que encaja entre Room On Fire y First Impressions of Earth, aunque un poco más tirando a este último disco. The Strokes no se va a molestar en hacer otro Last Nite o un Reptilia simplemente porque no es lo que están buscando. Seguramente les salgan millones de canciones naturalmente con ese estilo pero sinceramente no tendría ni un poco de sentido.
#335 - The Strokes (2011)