Con su primer disco en 2007, se puede asumir que the Horrors tuvo una oportunidad de enfrentarse cara a cara con la decepción. Strange House daba a conocer una banda demasiado concentrada en no salir de una estética insípida que no dejaba expresar sus propios sonidos natos. Sin embargo, la banda tardó dos años en mostrar una pseudo-nueva cara con Primary Colours, discó con el que alcanzó un sonido que les quedó mucho más natural, combinando ciertos aspectos góticos y shoegazers de Strange House pero sin miedo de revelar sus influencias post punk.
Este año vuelven con un nuevo disco, en el que se anticipa una continuación en términos de maduración de sonido. Seguramente sea por esto que Skying, con todas sus expectativas cargadas, pueda sonar no tan emocionante ni interesante como su anterior. Es muy difícil encontrar algún momento en el disco que no suene como una progresión natural para la banda desde Primary Colours, aunque tampoco es complicado encontrar momentos en los que se siente una exageración en los detalles que the Horrors identificaron como ventajas y fuertes en su disco anterior.
El problema principal viene a la hora de sumergirse un ambiente ruidoso y sobrecargado de efectos. Changing the Rain abre el disco de la manera menos favorable posible, rompiendo la puerta para querer hacernos digerir a la fuerza el nuevo sonido sin darnos tiempo a entender completamente qué está pasando. A diferencia de otros discos de este año en los que también se hiso un uso exhaustivo de efectos con reverb y demás para darle color a su shoegaze post punkeado, cualquier efecto agregado en Skying trata de cumplir abruptamente el objetivo de esconder el sonido y borrar la cara de la banda.
Skying es sin embargo un disco disfrutable en varios momentos, cuando the Horrors logra superar el pánico escénico y sacarse las máscaras para demostrar que es lo que hiso único su sonido. Desde I Can See Through You, las canciones que le siguen llegan como un alivio a un disco que por ahí empezaba a sonar abrumador en el peor sentido de la palabra. Endless Blues es una canción cuyo fuerte contrasta con ese tercio nubloso del disco: los bajos, las voces y los sintetizadores se escuchan claramente, y aunque sea una canción bastante digerible, pierde esos elementos únicos que la banda aprendió a cultivar en Primary Colours.
El single Still Life también se presenta bajo el mismo panel de claridad, en donde el sintetizador y los bajos cumplen un papel casi protagónico acompañando la voz de Faris Badwan, probablemente la canción más ochentosa que the Horrors escribió hasta el momento. A continuación, el disco va llegando a su final con Moving Further Away, que con sus casi nueve minutos de duración se puede decir que cumple el mismo propósito que Sea Within a Sea. Experimentando con un lado más movido y electrónico, el tema logra encajar perfectamente en el disco sin permitirse sonar desubicada.
Por más que Primary Colours sea un disco que me encanta revisitar de vez en cuando, me alegra que the Horrors no se haya repetido, y pueda experimentar en un disco muy disfrutable. Skying es un disco en el que no nos podemos confiar en las primeras impresiones para sacar veredictos o desecharlo para no volver a escucharlo nunca más, aunque tiene momentos que sin importar cuantas veces los escuchemos, van a seguir sonando igual de inentendibles y sobrecargados.
#362 - The Horrors (2011)
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