Darwin Smith sacó su primer disco hace un año, bajo el nombre de Darwin Deez, después de dejar su banda anterior, Creaky Boards. No tardó en meterese a la crítica (aunque por alguna razón ni figuró en pitchfork) y al público en su bolsillo, con la ayuda de un par de singles y videos. No había que escuchar mucho esas primeras canciones para darse cuenta de lo pegadizo que iba a ser el álbum de este hippie americano.
De melodías mucho más que simples y baterias electrónicas constantes (+aplausos eléctricos), Smith se ganó el apodo de "el Michael Jackson del indie rock". Si bien no es difícil entender y hasta respetar la etiqueta que le cuelga temporalmente, Darwin Deez es un disco cualquier cosa menos novedoso. Y a pesar de esto, el tipo no deja de sonar fresquísimo: la guitarras (de cuatro cuerdas y afinadas en un tono secreto inventado por él) saben bien cuando mantenerse cortantes y cuando dejarse caer en la miel popera de la voz. Puede aburrir por momentos pero no falla en hacernos olvidar de la indundación del shoegazer, chillwave, noise punk, y dubstep de este año.
Darwin Deez puede ser un buen comienzo, pero es cualquier cosa menos prometedor. Smith se ganó el respeto de la crítica habiendo grabado el disco por sí solo, cada instrumento y "experimentación" melódica. Las letras van desde las palabras obvias en el momento justo, hasta ser bastante oscuras y contrastar con la instrumentación. Llegando al final del disco puede ser que aparezca la duda "no había escuchado esta canción ya?", dejando desilusionado al público que capaz esperaba algo mucho más interesante o atrevido de tanto hype.
#343 - Darwin Deez (2010)
No comments:
Post a Comment