“Dicen que el mundo se divide entre los que tienen miedo a la oscuridad y los que no.” anuncia Lola Arias en Los Que No Duermen, su segundo disco junto al productor y multi instrumentalista Ulises Conti: un disco pseudo temático acerca de la noche, sus paisajes oscuros y almas nocturnas que no pueden cerrar el ojo. El dúo argentino había trabajado hace tres años en la banda de sonido para la obra de teatro El Amor es un Francotirador (2008), disco que los llevó a tocar en varios festivales de Sudamérica y Europa, para tener más tarde su edición y presentación alemana en el 2010. En el medio, Arias lograba intercalar sus roles de actriz, traductora, directora, y cantautora para sacar su colección de relatos, Los Posnucleares. No es difícil imaginarse a Arias como una persona desvelada.
El Libro de la Noche sirve como una introducción hablada, Arias pasa de confesar sus miedos infantiles acerca de la noche a describir con quiénes se encuentra cuando no puede cerrar el ojo: los que no duermen. La musicalización de parte de Conti provoca la inexacta primera impresión de mantenerse estática y pasmada en un segundo plano, aunque reconoce darle un mayor protagonismo a la escritora, o por lo menos en la primera mitad del disco.
Los Que No Duermen también impone contraste frente al anterior El Amor es un Francotirador, desarrollándose inocente y paralelamente, tanto musical como líricamente. El disco toma mucha influencia de la sonoridad de los ‘50s al igual que varios dúos contemporáneos, desde She & Him (con los quienes seguramente se ganaran mayor comparación) hasta Angus & Julia Stone. Al igual que ambos dúos, la cantautora discierne efectivamente su rol como escritora, alternando entre primera y segunda persona de manera consustancial, mientras el músico percibe estratégica y delicadamente dónde poner sus fichas.
El disco se mantiene conceptualmente dentro del sonambulismo, los laberintos urbanos, aunque Arias logra alcanzar sus puntos de honestidad máxima cuando deja de lado la temática trasnochada y confía acerca de desamores inoportunos (Nadie Va a Saber), no querer desprenderse de la figura de su padre (Padre), y la alienación inevitable dentro de la familia (Lazos de Familia). Varias de estas historias suenan más que familiares una vez leído su más reciente libro. Y si bien en estas confesiones, la ciudad y el insomnio dejan de ser motor de las canciones, asoman disimuladamente en cada una de ellas, con la versátil y cautivadora sonoridad de Conti atrapando a su compañera incluso cuando las voces llegan a mostrar cierta fragilidad.
Más allá de lo atrapante e íntegra que resulte la habilidad de Arias por reincidir melodías sin sonar insistente, dan ganas de volver a escuchar Los Que No Duermen gracias al trío de canciones habladas que sirven como introducción, intervalo, y final. Kilómetros se interpone con su progresión blusera de notas y su aura violentamente gris, en donde Conti tiene la oportunidad de jugar todo lo que se guardó en varios de los temas del disco. Diario de Una Mujer Policía liquida el disco con sus amplias cuerdas y teclados en crescendo que terminan abruptamente. ¿Habrá podido finalmente dormir?
#369 - Lola Arias & Ulises Conti (2011)
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