Bear Hands es una de esas bandas que puede llegar a causar una muy buena primera impresión, por los menos en los primeros temas. El úlitmo disco de la banda, Burning Bush Supper Club, suena muy fresco, con un par de temas destacables. Hacen una especie de pop con algún tinte electrónico al estilo MGMT pero mucho menos festivos, psicodélicos, y experimentativos. Mierda, hasta es imposible no pensar en Andrew Vanwyngarde al escuchar cantar a los nasales de Dylan Rau.
Igualmente no tengo idea de donde sacaron la etiqueta de banda post punk / experimental de Brooklyn, capaz será uno de esos disparates que se manda Pitchfork de vez en cuando. Para la misma página, Burning Bush Supper Club es el disco que Congratulations de MGMT tendría que haber sido. Y aunque no sea una opinión que yo comparta, la gente que no le haya gustado este último disco capaz piense lo mismo.
Bear Hands no promete ser nada nuevo por el momento aunque no se aleja de ser una novedad con sus sintetizadores íntimos y el surrealismo que no llega al nivel suficiente de psicodélico. Por momentos puede llegar a ser un disco muy rompe pelotas, ya que la banda no tampoco lejos de caer predeciblemente en el otro lado y ser uno que otro Tokyo Police Club.
#326 - Bear Hands (2010)
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