
Beck cree que el mundo se está yendo al carajo y se siente igual de responsable que todos. En este disco le habla a un ser superior de un modo más directo que nunca antes, preguntandose de qué está hecha el alma, atravesando una especia de rehabilitación kármica: todo para no aceptar que todos terminamos en el mismo lugar.
Más que nada, las canciones que triunfan son las que están por tirarse al borde del garage distorsionado con una voz tratando de llegar a las notas más altas. Las guitarras en acid trip y las percusiones vibrantes no faltan, junto con un par de ritmos de fiesta mod y demás trucos de producción.
No comments:
Post a Comment