Wednesday, May 4, 2011

Yellow House

Grizzly Bear empezó como el proyecto solo del cantante y guitarrista Edward Droste. En 2004, Droste se había juntado con el baterista Christopher Bear quién contribuyó en la composición y grabación de un par de canciones para Horn of Plenty, el primer disco de la banda, grabado con el puro objetivo de sacarse las ganas encima, y para mostrarselos a sus amigos. El resultado fue un disco lleno de capas y capas de harmonías vocales grabadas en una calidad muy lo-fi, pero que servieron para crear un atmósfera soñadora.

Pero el tímido y humilde disco mostraba una potencia que gracias a la integración de Chris Taylor y Daniel Rossen, tuvo sus frutos en el segundo disco Yellow House. Pocos discos como éste provocan tantos sentimientos en una primera escuchada. El paso hacia delante que dió la banda en tan poco tiempo fue más que drástico, consagrandose como una de las bandas "cultas" de la escena independiente americana.

La composición y la estructura del disco está claramente puesta de una manera espécifica, y variandola, el disco no sería considerada la obra que es. Es como advertir una tormenta desde la playa y no poder hacer nada más que dejarse empapar por los arreglos robustos, la percusión de orquesta y el sin fín de cuerdas. Yellow House es un disco intimidante en lo que respecta a sobreproducción pero de alguna manera se hace sonar familiar una vez que se lo escucha varias veces. Lo que en Horn of Plenty habían sido experimentos grabados en porciones de a 2 o 3 minutos, en Yellow House aparecen naturalmente y transpapelan más naturalmente todavía.&Eric Olsen

#352 - Grizzly Bear

Tuesday, May 3, 2011

Helplessness Blues

Los curiosos que escucharon el segundo EP de Fleet Foxes apenas salió, supieron en seguida que lo que tenían en manos era una de las promesas más interesantes del indie folk de la década. Pasaron menos de dos meses hasta que la banda sacó su primer disco, considerado uno de los mejores discos del 2008. Varias críticas hablaban del disco como un hito en la música americana, asi como un "indie clásico" instantáneo.

Helplessness Blues es una brisa tibia en la cara, libre de trucos de composición o sobreproducción y demás desesperaciones por tratar de ser algo que no es. Tampoco intenta subirse a la ola de ningun revival, sino que lo que queda para escuchar es una banda que está perfectamente encerrada en una burbuja de su propio progresivismo. Las letras buscan inspiración y amor en cualquier cosa, de una manera mucho más romántica e idealista que en el primer disco.

Lo que hace al disco una obra de mayor producción es la obsesión de la banda de querer grabar con todos los instrumentos que puedan. El reverb en las voces sale casi de una manera natural, y no con el objetivo de esconderse sino con la idea de sonar en un espacio lejano e inmenso. Puede ser que varias de las canciones suenen como un quilombo acústico, y esa es la razón por la que el disco funciona mejor como un todo conjunto, con las canciones ayudandose mutuamente en crear y poder vivir en el climax creciente. Seguramente esa es la misma explicación de por qué el disco no funcionaría tan bien si se escuchara cada canción por separado.

El secreto en el disco que convirtió en un principio a esta banda de Seattle en una de las más interesantes de la década, es la ambición instrumental y el alcance general que mostraban. La gran pregunta es si Helplessness Blues es o no, un mejor disco que el debút homonimo: no importa. Si en terminos de puntaje es considerado inferior, es porque Fleet Foxes sigue sonando como Fleet Foxes, sin grandes cambios notorios. Lo que difiere y vale la pena apreciar es cómo la banda, en un territorio conocido y en el que se siente seguro, encuentra una nueva historia que contar. &Eric Olsen

#350 - Fleet Foxes (2011)

Monday, May 2, 2011

Valhalla Dancehall

Valhalla Dancehall es el quinto disco de los ingleses British Sea Power. La banda viene peleando por un reconocimiento más mundial desde 2000, y seguramente Valhalla Dancehall es lo más cerca que estuvieron de dejar de ser una bandita indie. Durante su larga carrera el sexteto atrajo comparaciones a bandas desde the Cure hasta Joy Division, y desde Pixies hasta Arcade Fire. No tengo muy en claro de donde la gente sacó ni la mitad de esas referencias, pero por lo menos en este disco están fuera de lugar.

Este quinto album es un disco de rock constante y poderoso, con la misma ambición que la banda venía madurando hasta la fecha. No hace falta escuchar más que un par de temas para tener una idea resumida de la dirección que tomó la banda. La banda sabe crear momentos tranquilos llenos de instrumentación en los que me imaginar que suenan como una versión no tan pasada de the Smashing Pumpkins. Sin embargo, una vez que se deja de lado la interesante experimentación opacada por cada guitarrista queriendo hacer lo suyo, Valhalla Dancehall se convierte en un disco bastante cuadrado.

British Sea Power es una de esas bandas que trata de sacar un sonido distinto en cada disco, y Valhalla Dancehall no es ninguna excepción: alejandose de los sonidos post punk de sus primeros discos o del indie pop de sus trabajos posteriores. En cualquier caso, el album es el heredero directo del tercer y cuarto disco de la banda. Do You Like Rock Music? fue un disco que dejo a varios anticipando cada rasguido como si fuera un compilado de predecibilidades. Man of Aran, que se supone que es el soundtrack de un documental, tuvo a la banda esforzandose por experimentar.

La banda seguramente podría haberse esforzado en un trabajo mucho más distintivo del que sacaron a principios de este año, aunque no valga la pena darle mucha vuelta. Valhalla Dancehall es lo que es, un disco de rock de guitarra pegadizo. Se podrían escribir millones de palabras acerca de cómo puede llegar a ser una decepción y como la banda prefiere un sonido estructuralmente simple pero lleno de energía. British Sea Power está en ese momento en el que quieren seguir haciendo indie rock pero ser tomados igualmente en serio. Si tenes ganas de escuchar un disco de rock neutro pero efectivo, no hay mejor respuesta que este. &Eric Olsen

#349 - British Sea Power (2011)

Sunday, May 1, 2011

In Love With Oblivion

In Love With Oblivion es el esperado segundo disco de los shoegazers Crystal Stilts. Desde 2009, el cuarteto venia desordenando y distorsionandonos la cabeza por lo menos una vez por mes con un tremendo debut grabado para no parar de escuchar. Oscuros y ruidosos, los haters se desquitaban comparando minuciosamente a la banda con My Bloody Valentine y especialmente con The Jesus and Mary Chain, por lo que habia un poco de presión para ver como la banda jugaba bajo estas críticas.

Como bien dijo Anthony Fantano, In Love With Oblivion es una "rock and roll nightmare". En mi opinión, no existe un punto de vista más acertado al hablar del disco. De principio a fin, la voz fantasmal de Bred Hargett acecha en cada canción pintando un escenario surrealista a gritos, con la ayuda del reverb de las guitarras (elemento vital para el género en el que se encerró la banda). El disco también tiene un par de momentos en los que ayuda más en inflar el ambiente oscuro y distorsionado que en otros, en donde por momentos se pierde noción de tiempo y lugar, como una pesadilla.

Crystal Stilts no dudan en demostrar sus influencias y colgarlas a la vista de cualquiera, con orgullo. Posiblemente se coman las mismas comparaciones a the Jesus and Mary Chain, aunque hayan tomando una dirección que me hace acordar mucho más al the Velvet Undergound & Nico que a cualquier otro disco. El disco pareciese que no da un final apropiado a esta conceptualización implícita de una pesadilla rockera, cortando con "Prometheus At Large" marcando un anti-climax. Pero seguramente esa es la idea: ningun sueño termina como se espera. Es muy difícil no despertarse abruptamente de esta pesadilla y volverla a escuchar. &Eric Olsen

#348 - Crystal Stilts